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Mostrando entradas de mayo, 2012

Llanes: ¿marinera y templaria?. La iglesia colegiata de Santa María

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'Es impresionante la falta de datos de todo tipo que existe en este tema concreto de los Templarios; y sólo es explicable pensando que alguien -quien fuese, naturalmente desde Roma- dio la orden terminante de que todo rastro de estos caballeros desapareciese del modo má absoluto. Hace poco más de dos años, los Archivos Vaticanos abrieron a los investigadores -a determinados investigadores solamente- una pequeña parte de la documentación sobre la Orden del Temple que se conserva desde 1312 entre los fondos secretos del Vaticano... Y esa pequeña parte de la documentación ¡supone casi cinco toneladas de pergaminos y otros manuscritos de los siglos XII al XIV!. Quizá eso explique el por qué de esa falta de datos...' (1). A unque incierta, como en el resto de concejos que conforman el Principado de Asturias, de la posible presencia del Temple en Llanes, quizá debamos comenzar tomando buena nota de esa preciosa cruz paté que luce en su escudo, por encima de la figura de un l

Templarios en Euskadi: La Pentalfa de Lasarte

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S i bien es cierto que no tengo ninguna constancia de la presencia del Temple en Lasarte, también es verdad que resulta sospechosa la observación de algunos elementos, como la misteriosa pentalfa que luce en su ábside –de planta hexagonal- la iglesia de la Asunción, los cuales inducen, cuando menos, a una especulación comparativa –y espero que también constructiva- pues no son pocos los templos y las tradiciones a ellos asociados, que relacionan a unas con otros, sin olvidar, por supuesto, que dicha asociación no denota, en modo alguno, exclusividad, siendo conocida y empleada desde la más remota Antigüedad, y símbolo no sólo pitagórico, sino también adoptado por algunas hermandades canteriles medievales al servicio del Temple, en algunos casos, o independientemente de éste, en otros muchos. H emos de situar el pueblo de Lasarte, a poco menos de un kilómetro de ese gran dragón urbano en el que se ha convertido la capital alavesa. Dragón figurativo, no obstante, que ha engullido

Templarios en Euskadi: Bellojín, iglesia de los santos Cornelio y Cipriano

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L os santos gemelos suelen también verse frecuentemente relacionados con el Temple. Casualmente, es el caso de ésta pequeña iglesia rural de Bellojín, que se encuentra bajo la advocación de los santos Cornelio y Cipriano, y donde, según las tradiciones orales de la zona, existió un convento de templarios. Si fuera cierta esta afirmación, poco realmente es lo que ha sobrevivido y no parece tampoco suficiente como para establecer un hipotético paralelismo con los elementos de otros lugares que mantienen tradiciones similares, cuyos principales enemigos continúan siendo, incluso más que el tiempo, los propios hombres. S ituado relativamente cerca de Pancorbo y esos imponentes Montes Obarenes (1), Bellojín acusa en la actualidad una preocupante falta de ocupación vecinal, reduciéndose ésta poco más o menos que a varias familias residentes, que viven de la agricultura y la ganadería. Se sabe, que el templo fue reformado en tiempos; reforma en la que se descubrio un pequeño ventanal en

Templarios en Euskadi: Argandoña, iglesia de Santa Columba

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'Vamos a pasar rápidamente por los lugares templarios de Euskadi. Su búsqueda nos alargaría el itinerario y, en su mayor parte, son más recuerdos transformados que realidad inmediata. Así, Arcentales tuvo una iglesia parroquial que perteneció al Temple; en Argandoña se encontraba una iglesia de Santa Columba también templaria...' (1) N o es de extrañar que, al igual que en muchas otras comunidades y provincias de la Península Ibérica, Euskadi cuente así mismo con una génesis fantasma, en cuanto al Temple se refiere, asociada con algunos lugares más o menos representativos de sus provincias. Una tradición que, desgraciadamente, continúa, a falta de documentación histórica que la avale, con la mediática ambigüedad de la tradición. Una tradición que, transmitida de generación en generación al calor de las lumbres de los hogares, ha terminado por ser considerada, en no pocos lugares, como cuentos de viejos. Dimes y diretes de lo que algunos templos, o incluso algunas piedra

Nuevo libro de Ángel Almazán: Guía templaria de Guadalajara

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Á ngel Almazán de Gracia, prolífico escritor e investigador, acaba de publicar un libro que, auguro, tendrá una excelente acogida para todos aquellos interesados en la Orden del Temple en general, y un entrañable regusto propio para aquéllos interesados que, siendo o viviendo en Guadalajara vean otro atractivo de gran interés relacionado con su provincia. P ara la presente edición, Ángel -a quien tengo el grato placer de conocer personalmente y a quien agradezco profundamente el detalle del ejemplar que ha tenido a bien enviarme- cuenta como prologuista a una persona, Antonio Herrera Casado, cuyo amplio conocimiento de la provincia nos ha provisto, a los que venimos detrás, de numerosa información, detalles y alicientes, como para emprender la apasionante aventura de descubrir tantas maravillas bajo la autorizada tutela de su guía. Como me veo incapaz de superar ese espléndido prólogo a que hago referencia, con su permiso, y a modo de encarecida recomendación de la obra, expongo

¿Hace una partida de mus, Maestre?

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- El Gran Maestre envida; el Caballero dice ¡órdago!; la Dama las ve... A veces me pregunto si Hugues de Payns y sus nueve compañeros fueron conscientes, en aquéllos nebulosos días de 1118, del efecto mediático que la creación de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón, habría de crear, siglos, generaciones después de su desafortunada disolución. Es tal la fascinación despertada por tales soberbios y aguerridos monjes-guerreros, que la pasión por llegar a conocer su vida y sus secretos, ha creado, a su vez, un monstruoso agujero negro, capaz de tragarse todo cuanto se le acerca o aproxima, con el único fin de seguir creciendo. El Temple despierta pasión; el Temple interesa; el Temple vende. La Leyenda Templaria -más que la Leyenda Dorada, de la Vorágine- , cada día se ve aumentada, acrecentada por esa pasión que, a la vez que mancilla la auténtica realidad de lo que fue y significó la Orden en sí, los ideales de sus miembros y su protagonismo histór

Corullón: una iglesia y un castillo

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O tra de las fortalezas templarias que jalonan una región tan fascinante, como es el Bierzo leonés, se localiza precisamente aquí, en Corullón, un pueblo apenas distante un par de kilómetros, tres a lo sumo, de Villafranca del Bierzo, y por lo tanto, también de esa puerta a Galicia que, como apuntaba en la entrada anterior, se localiza en Piedrafita y la ascensión al puerto de O Cebreiro. Si bien a simple vista, la fortaleza se encuentra en un estado aparentemente mejor que muchas otras -su sólida torre del homenaje, es un buen ejemplo de ello- lo verdaderamente interesante radica, sin embargo, en la cercana iglesia de San Miguel. Una iglesia, cuyo aspecto macizo, extraño quizás, fomenta en el observador la idea de una pequeña fortaleza en sí misma. Una iglesia-fortaleza, por tanto, que juega con la tradición -no corroborada documentalmente, según parece- de que a principios o mediados del siglo XII, fue convento de templarios. Y bien que pudo serlo, si en principio, dejamos seduci

Balboa: restos templarios

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D entro de la numerosas fortalezas otorgadas al Temple en el Reino de León, y dependiente de la encomienda principal de Ponferrada, cabe destacar aquélla cuyas ruinas aún son visibles, dominando, como un halcón, al pequeño pueblo de Balboa. B alboa -o Valbona, como también era y es conocido- está situado en las cercanías de Villafranca del Bierzo y esa puerta de entrada a Galicia, que todo peregrino asciende no sin esfuerzo, que es el puerto de O Cebreiro. Aquí, el Bierzo dice adiós, y el viajero penetra en otra región no menos carismática y 'mágica', como son los Ancares. Prueba de ello, la tenemos en el detalle -que es, en cierto modo, un anticipo de lo que espera más adelante- de sus reacondicionadas pallozas, testigos inmutables de unas milenarias raíces celtas. A unque todavía es apreciable la esbelta torre del homenaje, ésta se encuentra resquebrajada en uno de sus laterales, como si un rayo certero hubiera incidido en la superficie, separando, cual bíblico Moisés