Templarios en Euskadi: Bellojín, iglesia de los santos Cornelio y Cipriano


Los santos gemelos suelen también verse frecuentemente relacionados con el Temple. Casualmente, es el caso de ésta pequeña iglesia rural de Bellojín, que se encuentra bajo la advocación de los santos Cornelio y Cipriano, y donde, según las tradiciones orales de la zona, existió un convento de templarios. Si fuera cierta esta afirmación, poco realmente es lo que ha sobrevivido y no parece tampoco suficiente como para establecer un hipotético paralelismo con los elementos de otros lugares que mantienen tradiciones similares, cuyos principales enemigos continúan siendo, incluso más que el tiempo, los propios hombres.
Situado relativamente cerca de Pancorbo y esos imponentes Montes Obarenes (1), Bellojín acusa en la actualidad una preocupante falta de ocupación vecinal, reduciéndose ésta poco más o menos que a varias familias residentes, que viven de la agricultura y la ganadería. Se sabe, que el templo fue reformado en tiempos; reforma en la que se descubrio un pequeño ventanal en el muro, y en la que posiblemente se descubrieran también las pinturas que se sabe tiene en su ábside. El pórtico principal, muy sencillo, conserva al menos un curioso capitel en el que se muestran dos elemntos determinativos del conocimiento en la simbología medieval, aunque de naturaleza completamente opuesta: aves y serpientes enfrentadas. El otro capitel, así como el del ventanal del ábside y el descubierto durante la mencionada reforma, muestran motivos foliáceos, abundantes y caracteristicos de un arte como el románico. En el arco del pórtico se aprecia, así mismo, un motivo ajedrezado, que en absoluto difiere de otros muchos templos, siendo probable que hubiera estado policromado en tiempos.


De los canecillos que han sobrevivido, realmente pocos, llama´la atención aquél que representa un rostro humano y alargado, de guerrero, al parecer, a juzgar por el casco o bonete con protección nasal que porta. Junto a él, un rostro más pequeño e indeterminado, que se encuentra en peores condiciones. Acompañan a éstos, una formidable cabeza monstruosa -cuya boca y labios semejan una serpiente, en la que se aprecian unos dientes afiladísimos- y también un curioso personaje, quizás incompleto, pero que, dada la posición de sus manos, bien pudiera hacer referencia al vicio en solitario del onanismo.


(1) Hemos de situar a Bellojín, en lo que se conoce como la Ribera Alta de Álava, entre las salinas de Añana y el Parque Natural de Valderejo, perteneciente al concejo de Villamaderne.

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