San Esteban de Aramil o de los Caballeros
'...tal vez lo más chocante de esta iglesia, vemos el cráneo de piedra que se encuentra encima de la puerta oeste. Algunos afirman que perteneció al propio templo y que fue trasladado al cercano cementerio para ser instalado de nuevo en el edificio, años más tarde, con las obras efectuadas posteriormente.
Esta cabeza puede tener implicaciones bafométicas si se añade la leyenda de 'La cabeza del herrero', que dicen sucedió en esta localidad cuya iglesia es atribuída al Temple. Sea como fuera, tenemos una calavera, unos interesantes canecillos y un "de los caballeros" que inducen una vez más a la formulación de preguntas'.
[Xavier Musquera (1)]
La conocí una mañana de septiembre, bajo una cortina de niebla que daba al entorno un ambiente bohemio, cinematográfico, y sin duda alguna, surrealista. Me costó trabajo encontrarla. No en vano apenas está señalizada y se levanta en una encrucijada de caminos, rodeada de campos de labor, cuyo color, ensoñadoramente hablando, apenas se distingue de ese otro, esmeralda salitre, con que la mar bravía suele embestir los acantilados del Cantábrico. No está lejos de la Pola de Siero, apenas a 3 ó 4 kilómetros de distancia, y desde el pradillo donde se levanta, la paz, cuando no el sosiego rural, suelen verse alteradas por el intenso tráfico que circula por la cercana Autovía de Santander. Recomiendo, pues, que toda aquella persona interesada en visitarla, pregunte, sin más preámbulos, por el cementerio. Tomar cualquier otro camino, sobre todo en un día de niebla, puede hacerle dar más vueltas que un trompo por los alrededores. Y aún así, lo digo como lo siento, por muchas vueltas que se dén, la visita, aunque no se tenga la oportunidad de acceder al interior, bien que merece la pena.
Conocda como San Esteban de Aramil, o de los Caballeros, ésta pequeña iglesia contiene un pequeño universo simbólico, al que merece la pena dedicar, cuanto menos, unos minutos de atención.
Retomando el pequeño texto introductorio, considero que Xavier Musquera, investigador amigo fallecido en Barcelona en diciembre de 2009, aunque aporta datos interesantes, se queda sin embargo corto en sus especulaciones referentes a esta iglesia de San Esteban. Menciona, en efecto, la localización de un símbolo de posibles connotaciones bafométicas (2), como es la curiosa calavera de piedra que se localiza por encima de la portada oeste; pero, por ejemplo, no menciona el significativo capitel que hay en el lado izquierdo de esa misma portada. Capitel que muestra como motivo, quizás a manera de un posible aviso a navegantes, otro misterioso elemento a tener en cuenta: un hombre verde.
Figuras características, no sólo en el románico y en el gótico, sino en manifestaciones artísticas posteriores a éstas, conllevan una variedad de significados, entre los que no se descarta -aparte de esa mirada retrospectiva a la inocencia de una edad dorada, postulada básicamente por todas las grandes tradiciones y que en el Cristianismo supondría ese estado idílico anterior al Pecado Original, o esa otra visión, relativa al secreto de los adeptos, detalle en el que eran, desde luego, partícipes las hermandades de canteros- una posible referencia al don de lenguas. Don de lenguas que podría entenderse, bajo mi punto de vista, sin restar importancia a los demás conceptos, como una llamada de atención acerca del simbolismo o el secreto contenido en el templo, teniendo siempre presente el lenguaje universal, que no es otro, precisamente, que el símbolo. Un capitel con otro hombre verde de similar factura -lo comento como dato anecdótico a tener en cuenta-, se localiza en la iglesia de Santa María de Lugás, en Villaviciosa.
Éstos, los símbolos, siquiera sea de manera subliminal, se manifiestan, de una forma curiosa y a la vez numérica, también, en los rostros de los extraños seres marinos que, en número de 16, ilustran el arco de medio punto de la portada sur. Dieciséis (múltiplo de 8, el octógono por el que sentían predilección los templarios, cuando no referencia a la cruz de 8 beatitudes, que también utilizaban, además -¿casualidad?- de ser un número compuesto, en el que tras la suma de sus dígitos se obtiene el 7, número mágico por excelencia) rostros en los que, si los observamos con atención, no nos será difícil descubrir otro símbolo mistérico, característico, además, de hermandades compañeriles, como la de Maitre Jacques, que se sabe trabajó con y para el Temple -pasaron a la clandestinidad con la desaparición de la Orden-, y origen, entre otros, de toda una cultura de índole esotérico relacionado con el Camino de Santiago y uno de sus juegos más especulativos y populares: el Juego de la Oca.
Dicho esto, me pregunto si podemos especular, a la vez, con un subliminal e iniciático camino de ocas, teniendo en cuenta a los canteros que utilizaron este modelo para sus portadas, característicos, por añadidura, de algunos templos cercanos, aunque situados dentro del término municipal de Villaviciosa, como San Juan de Amandi y el ya mencionado de Santa María de Lugás, que aún conserva el albergue para peregrinos. Otro detalle simbólico a considerar en ésta misma portada, radica en las flores de lis que se encuentran situadas por encima del medio arco de los misteriosos seres.
Sin abandonar el fantástico universo del símbolo, requieren especial atención aquellas representaciones que, bien como metopas bien como canecillos, cumplimentan magistralmente el ábside. En ellas, además de elementos comunes a otros templos de la provincia, no resulta difícil encontrar similitudes cuando menos curiosas, referidas a templos situados en otras provincias, donde, para añadir más redundancia a la casuística, coincide la posible presunción templaria. Tal sería el caso, por ejemplo, de la aparente coincidencia del canecillo que representa a una cabeza monstruosa devorando a un hombre desnudo, del que sólo se ven las partes pudendas, es decir, el culo, lisa y llanamente hablando, cuyo sosias encontramos en la presunta iglesia templaria de San Miguel, en Arlanzón, Burgos.
Otro nexo interesante, sería la figura del caduceo formado por las dos serpientes enroscadas -símbolo de Hermes-, muy similar a otra que se puede observar en uno de los templos más representativos emplazados dentro de uno de los ramales del Camino Norte a su paso por Asturias: el de Santa María de Narzana, situado a dos kilómetros de Vega, capital del vecino concejo de Sariego. Templo éste en el que, es de suponer que en una de sus últimas restauraciones, se dotó al pavimento del pórtico de entrada con las mismas nervaduras, unidas en su centro por una dovela o medallón, que se pueden apreciar tanto en el techo -es de suponer que original, incluida la cruz roja- como en el suelo -consecuencia de una restauración posterior y moderna- de la ermita de planta octogonal de Santiago, situada en la cima del Monsacro y con fama, que no absoluta certeza, por desgracia, como en tantos casos, de templaria.
Los símbolos solares de las metopas se ven, así mismo, acompañados por otras interesantes adiciones, entre las que destacan una referencia griálica -en su versión comúnmente aceptada de envase o recipiente-, una pequeña pirámide -casualmente, se localiza otra en el ábside de la iglesia de San Vicente de Serrapio- y lo que bien pudiera ser un tablero de ajedrez.
Por último, reseñar la presencia, entre los canecillos, de un caballero ataviado con su capa, muy similar, en el fondo, a aquellos otros que, en número de tres, se localizan en dos de los ventanales del ábside de la iglesia de San Juan de Amandi.
(1) Xavier Musquera: 'La aventura de los templarios en España', Ediciones Nowtilus, S.L., 1ª edición, abril de 2006, página 177.
(2) No es rara la localización de calaveras, sobre todo humanas en templos asturianos. Uno de los más significativos a este respecto, sería el de San Vicente de Serrapio, donde en los trabajos de restauración, aparte de los numerosísimos restos humanos hallados, se localizaron tres calaveras humanas alineadas ocultas por la pared, encima de una pequeña pila de agua bendita en uno de los muros laterales del pórtico de entrada al templo. Así mismo, es de reseñar el detalle de que en algunos templos, tanto asturianos como gallegos, la presencia de calaveras, bien humanas bien ficticias, no es desconocida y en algunos casos se localizan por encima de las pequeñas pilas de agua bendita, acompañadas por la leyenda mírate en el espejo o similar. Interesante, resulta también añadir el detalle de que los celtas consideraban precisamente a la cabeza como el lugar donde residía el alma humana, y solían colocar las testas de sus enemigos en los dinteles de sus casas, impidiéndoles que se reencarnaran y volvieran para vengarse.
Comentarios
un cordial saludo
RAUL
Permíteme dos precisiones, la primera referida a las cabezas, en la arquivolta de la portada, que piensas son "de peces". En realidad son de pájaros, su origen es normando -la influencia normanda abunda en Asturias, aunque no esté bien explicada- y reciben el nombre de "beat-heads", o "cabezas de pico". Abundan por tierras astures, Irlanda, Inglaterra y, por supuesto, la Normándía francesa.
Lo segundo es, que la "leyenda del herrero" fue publicada originalmente por el compadre Rafael Alarcón H. en su libro "La otra España del Temple", Ed. Martínez Roca, Barcelona 1988, p.173-174, donde cuenta como le fue narrada por una lugareña que pastoreaba sus vacas junto al templo (p.367 nota 19). En esta fuente, debió beber el compadre, Xavier Musquera, los datos de esa calavera que cita en su obra.
Salud y fraternidad.
Bromas aparte, ahora, en venganza por tirarle tantas flores a ese "escritorzuelo", y tan pocas a mí, voy a hacer una entrada en el blog, "Laberinto Románico", sobre esos "pajaritos normandos". Y que sea lo que la Diosa quiera...
Salud y fraternidad.
Precioso Aramil. Pero aclarare algo sobre romanico, temple y asturias.
El romanico no se debe buscarle tanta vuelta pues esta hecho para el campesinado analfabeto, templo,dios,poder y luz, exterior.tinieblas y pecado castigo terrible.
La calavera de aqui pertenecio al antiguo acceso directo al cementerio y trasladada posteriormente en una de las restauraciones, acceso al cementerio, puerta de los muertos.
Para mi , la octogonal de santiago tiene mucho mas de templaria que esta, solo por los documentos de frater rodericus , el octogono de su planta y las reliquias.
Aunque no descarto el temple aqui, ojo,que me encantaria.
Un saludo.
Yo también creo en la más que probable 'templariedad' de las ermitas del Monsacro, sobre todo teniendo en cuenta que a ese frater Rodericus le benefició un rey -Fernando II de León, hermano de Doña Urraca, reina de Asturias- que fue, precisamente, el que impulsó o donó a los templarios numerosos asentamientos en tierras leonesas (el Bierzo y los Ancares), eso sin contar con las peculiaridades de los pueblos de alrededor (restos, nomenclaturas, tradiciones, etc, etc).
Por último, decirle que me alegra que no descarte, a priori, la presencia del Temple en Aramil, aunque para ser honestos, probarlo, de una forma convincente resulte, cuando menos, una ardua y espinosa labor.
Saludos cordiales