Templarios en Conquezuela


Hablar de Conquezuela conlleva, inevitablemente, hacer alusión a uno de los numerosos lugares, no sólo de la Península Ibérica sino también repartidos a todo lo largo y ancho de nuestro mundo que, por sus especiales características, suelen ser denominados como Lugares de Poder. No soy partidario de ésta denominación, y sí de aquélla otra que hace referencia a un concepto más acorde con el universo sensorial, que es, en definitiva, sobre el que se manifiestan y que los hace, a la postre, diferentes: el Espíritu. Prefiero, pues, denominarlos como Lugares del Espíritu.
Como lugar, por tanto, del Espíritu, ésta pequeña matriz que conforma la Cueva de Santa Cruz de Conquezuela ha captado la atención del espíritu humano, al menos desde tiempos inmemoriales como pueda ser, por ejemplo, la Edad del Bronce. De la Edad del Bronce son, a juicio de los expertos, los testimonios que, de una manera poco menos que milagrosa, han sobrevivido a lo largo de milenios. Éstos se reducen, poco más o menos, a los cientos de cazoletas que se pueden advertir en los muros interiores, pues lo grabados apenas se distinguen, habiendo sido muchos de ellos destruídos por la acción ignorante de los hombres -como me confesó un vecino de Conquezuela, el 9 de agosto de 2008, durante el transcurso de la romería- y no por los efectos del tiempo y la erosión.
Por sus especiales características, y por los restos que todavía pueden observarse, también sabemos que el lugar ha mantenido su estatus de sagrado a lo largo de los siglos, sobreviviendo, por ejemplo, un arco de piedra, de estilo románico, perfectamente visible en la parte superior de la entrada a la cueva. Junto a ésta, una pequeña ermita, que también recibe el nombre de Santa Cruz, se levanta sobre el lugar en el que, supuestamente, se levantaba una antigua ermita románica. Evidentemente, de ésta, no queda rastro alguno y la edificación que vemos en la actualidad, se remonta a los siglos XVI ó XVII y fue realizada por los vecinos de Conquezuela y los pueblos de alrededor. Cueva y ermita se localizan a una distancia exacta de tres kilómetros y medio de Miño de Medinaceli -recordemos la colina conocida como el Fortín, en la que se localizan numerosos enterramientos antropomorfos celtíberos- y de Conquezuela. Además de que, en la parte que conforman esos tres kilómetros y medio de distancia que hay entre ésta última población y la cueva, se recoge una leyenda que, curiosamente, se localiza en numerosos lugares de la provincia: la existencia de un pueblo -del que no queda rastro- cuyos habitantes murieron envenenados: Viana.
Interesante, así mismo, es el detalle de que en el lugar, y cumpliendo una de las tradiciones afines a éste tipo de manifestaciones, aparte de la presencia eremítica en el lugar -que ya es un dato significativo- la Virgen se apareció a unas pastorcillas, sacralizando, aún más si cabe, un lugar milenariamente especial.
En una de las cornisas que se levantan a algunas decenas de metros sobre la cueva y la ermita, se puede constatar la presencia de dos tumbas antropormofas excavadas en la dura superficie de la piedra. Llama la atención las dimensiones, teniendo una de ellas una longitud considerable, siendo la otra mucho más pequeña. Siempre se ha mantenido la hipótesis de que ambas tumbas pertenecían, precisamente, a dos de los mencionados eremitas que habitaron el lugar en soledad. Otro detalle a tener en cuenta, es la existencia de una curiosa estructura escalonada, de piedra, que se levanta casi a pie de carretera y que ha generado mucha polémica, pues para los investigadores constituye, sin lugar a dudas, un altar de sacrificios, insistiendo, sin embargo, los vecinos de Conquezuela de que fue hecho por ellos como lugar donde debía instalarse la orquesta que todos los años ameniza las romerías.
Ahora bien, ¿hay indicios para suponer una presencia templaria en el lugar?. Ni afirmo ni niego; objetivamente hablando, no hay documentación que pueda confirmarlo; subjetivamente hablando, no obstante, algunas de las características mencionadas sí parecen coincidir con otros lugares en los que al menos, siquiera haciendo uso de la tradición, se puede presentir dicha presencia: lugar de culto precristiano, aparición mariana, leyenda del pueblo envenenado...
Presencia de la que el periodista e investigador andaluz afincado en Barcelona, Jesús Ávila Granados, no parece tener duda alguna (1), considerando, incluso, que las referidas tumbas pertenecen, en realidad, a dos milites Christi. De cualquier manera, creo que el tema no desmerece en absoluto y puede resultar un acicate para todos aquellos interesados en personarse en el lugar y, aparte de intentar tener una experiencia sin duda interesante, juzgar por sí mismos.
(1) Jesús Ávila Granados: 'La mitología templaria', Ediciones Martínez Roca, S.A., 1ª edición, septiembre de 2003, páginas 267-269. 'A través de la España oculta', Aladena Editorial, 1ª edición, abril de 2009, páginas 212-214.


Publicado en STEEMIT, el día 21 de marzo de 2018: https://steemit.com/spanish/@juancar347/templarios-en-conquezuela

Comentarios

Ángel ha dicho que…
Tenemos ahora un debate en Facebook al respecto de la covacha de la Santa Cruz de Conquezuela. En Soriaymas he puesto un ensayo y colocaré otros.
Jesús Ávila, amigo al que aprecio, ve huellas templarias por demasiados sitios, a mi parecer. No tengo datos que avalen -ni para mí, lo presupongan- la presencia del Temple en Conquezuela.
La sacralidad del lugar parece haberse continuado desde hace cuatro milenios en este enclave. Siempre ha habido habitantes en esta zona y, por ello, han ido actualizando los cultos anteriores a los nuevos imperantes, y el último, es el cristianismo.
¡Bien por los diversos vídeos que has hecho sobre este lugar, Juan Carlos!... Un abrazo
Ángel ha dicho que…
El segundo ensayo sobre el lugar lo he puesto ahora en Soriaymas
http://www.soriaymas.com/ver.asp?tipo=articulo&id=2450
juancar347 ha dicho que…
Hola, Ángel. En efecto, yo tampoco observo esos indicios, pero pienso (y por eso lo he incluído) que el lugar merece la pena. Hay mucho que hablar, no sólo de Conquezuela y la Cueva de la Santa Cruz, sino también del entorno en general. Hay dos vídeos que publiqué en su momento en Soria se hace camino al andar, que te recomiendo; se trata de una entrevista a uno de los vecinos más ancianos del lugar, que sabe muchas cosas, y que tuve que montar en dos vídeos por cuestión de espacio. Los enlaces son los siguientes:

http://juancar347.blogspot.com/2008/08/cosas-de-conquezuela-entrevista-agapito.html
http://juancar347.blogspot.com/2008/08/cosas-de-conquezuela-entrevista-agapito_10.html

Procuraré buscarte en facebook, si no te importa, y ver por qué derroteros va el debate. Un abrazo

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