Carrión de los Condes: iglesia de Santiago
'De la iglesia de Santiago se dice, con razón probable, que fue obra de templarios. Poco queda, aparte la fachada, de su primitiva fábrica románica, pero esa fachada contiene una serie de elementos que la hacen única por el simbolismo representado y el mensaje transmitido'.
[Juan García Atienza, 'Segunda Guía de la España Mágica', Ediciones Martínez Roca, S.A., 1982, página 151]
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Posiblemente, desde la fecha en que este infatigable investigador de la España mágica y mistérica publicó la obra de referencia, hasta nuestros días, muchas sean las circunstancias en las que se haya visto envuelto el templo de Santiago, uno de los más emblemáticos de ésta ciudad puntera del Camino de la Vía Láctea, que es, sin duda alguna, Carrión de los Condes.
Por fortuna, y en esto, desde luego, coincido con la opinión de Juan García Atienza, ha sobrevivido, en relativo buen estado -detalle ya de por sí portentoso- una portada que bien pudiera considerarse, con todo merecimiento, de las mejores del románico español, y que recuerda, y mucho, aquélla otra que se puede admirar en la iglesia de San Juan Bautista -el nombre lo confirmaron los propios habitantes del pueblo, pues aún subsiste la duda de si su advocación es la de San Pedro- en el también pueblecito palentino de Moarves de Ojeda.
No obstante, y a diferencia de este templo de Moarves, la iglesia de Santiago -encajada entre casas particulares, comercios y alguna que otra oficina bancaria- hace años que se vio relegada de todo culto, para convertirse en un sencillo museo diocesano, a cuyo internado han ido a parar algunas piezas huérfanas cuyos orígenes, en muchos casos, simplemente se desconocen.
Ahora bien, y volviendo al simbolismo de la portada que nos ocupa, y siguiendo las referencias proporcionadas por Julio César Izquierdo Pascua en su libro Rutas del románico en la provincia de Palencia (1), el monumental conjunto que ofrece la referida portada, representaría -en opinión del profesor don Jesús Herrero- una definida disposición iconográfica, en la que el Pantocrátor, el Tetramorfos y los Apóstoles -decapitados la mayoría- constituirían una alegoría del Cielo; los oficios, situados en el nivel intermedio, simbolizarían la Tierra, siendo los capiteles y cimacios del nivel inferior, los símbolos que, alegóricamente, señalarían, respectivamente, el Purgatorio y el Infierno.
(1) Julio César Izquierdo Pascua, 'Rutas del románico en la provincia de Palencia', Castilla Ediciones, 2001, página 92.
(1) Julio César Izquierdo Pascua, 'Rutas del románico en la provincia de Palencia', Castilla Ediciones, 2001, página 92.
Comentarios
En Carrión, el Dios-hombre en su concepto monumental que reproduce la figura que todos tenemos de la dividad clásica. El libro, la barba, la precisión en mínimos detalles de la anatomía y sus atuendos...
Es quizá, el más bello Patocrator del románico español, donde un prodigioso artista se adelanta en años a las creaciones del gótico más rotundo, coronado por una arquivolta emblemática con los más diversos oficios protagonistas de aquella sociedad nueva, que reinterpretan y sustituyen las referencias veterotestamentarias a los campesinos y sus trabajos invocados por el salmista.
Salud y románico
Queda poco de la construcción original, la portada de Santiago y su Pantocrátor que se quedo grabado en mi cabeza, tan... perfecto, creo que es la palabra.
Syr, no es por hacerte la pelota, jajaja, pero estamos de acuerdo, el más bello de los que se conservan del románico.
Una entrada que me trae recuerdos y unas fotos ¡Fantásticas!
Un besote.
Cosa que, por otra parte, carece de la más mínima importancia, y solo sirve, en todo caso, para satisfacer chauvinismos caducos.
Salvo que el primero en tallar, incluyese algún simbolismo que el segundo amplió, complementó, omitió...
Salud y fraterniudad.