jueves, 17 de octubre de 2013

Los centinelas de Mombuey


Llegados a este punto, se torna necesario volver atrás, para retomar, aunque en dirección contraria, esa vía peregrina denominada Ruta o Camino de la Plata, y recalar en una pequeña población de la provincia de Zamora, distante apenas una quincena de kilómetros de Sanabria y sus legendarios lagos: Mombuey. En Mombuey -la antigua y medieval Monte Bobe-, al igual que en otros muchos lugares de la geografía peninsular, se recuerda, aún con escasez de documentos históricos, la presencia, allá por los albores del siglo XIII, de la Orden del Temple. De dicha presencia, la tradición -que como ya se ha dicho en alguna ocasión, sobrevive obstinadamente en las canciones del pueblo-, insiste en considerar a la antigua iglesia de Santa María, como obra y posesión de templarios. De ésta, actualmente tan sólo sobrevive la torre; el resto de la nave, levantado principalmente durante las reformas llevadas a cabo en el siglo XVIII, constituye el cuerpo principal de la parroquial, dedicada a la figura de Nuestra Señora de la Asunción. Pero lejos de desestimar o considerar insuficiente este vestigio -declarado, no obstante, monumento Histórico-Artístico Nacional en 1931-, la torre de la parroquial de Mombuey es una auténtica maravilla, en la que sobrevive un pequeño compendio de información simbólica que, en algunos casos, han de recordarnos presencias y detalles que quizás mantengan algún tipo de relación con otros lugares de la vecina provincia de Orense, vistos y en parte comentados algunos en entradas anteriores.


Esto se hace patente, sobre todo, en esas curiosas figuras que parecen surgir de la misma matriz de la piedra; en esas cabezas, delicadamente talladas, que, giradas en una determinada dirección, bien pudieran haber sido puestas intencionadamente, señalando un camino -quizás iniciático-, en el que posiblemente, si trazáramos una línea recta sobre el mapa -o quizás, puestos a aventurar, otra forma geométrica más compleja todavía, como un pentágono- podríamos advertir -advertido, y perdón por la redundancia queda también el lector, de que esto es tan sólo una sugerente hipótesis sin confirmar, al menos todavía-, que ésta cruza, atraviesa o pone de manifiesto, lugares de supuesta o comprobada pertenencia a la Orden. Este hipotético teorema, podría aplicarse, en principio, a un lugar bastante cercano a Mombuey, como es Sejas de Sanabria -apenas distante seis kilómetros-, y a su iglesia de Santa Marina, donde algunos expertos observan la misma o similar factura que se aprecia en la manufactura de la torre de Mombuey, y de cuya advocación deberemos estar muy atentos, pues, a pesar de ser opinión generalizada la no existencia real de esta santa (2), goza no sólo de una gran veneración en la provincia vecina de Orense, no faltando en ella, lugares de especial consideración relacionados también con el Temple, siendo uno de los más emblemáticos el de Santa Mariña de Augas Santas.
Y un dato a tener en cuenta: si en muchas de las iglesias atribuidas al Temple en la provincia de Orense, figura el Agnus Dei, bien en forma de cordero o de cabra, en Sejas de Sanabria la pieza más llamativa es precisamente la figura de la cabra -la cabra Suldreira de la tradición popular (1)-, en Mombuey, como su nombre ya va señalando, merece especial atención la figura mítica de este animal, el buey, muy importante, sobre todo en el románico del norte peninsular, representativa, además, de San Lucas, cuyo Envangelio comienza en el Templo con la visión del profeta Zacarías. Y una última cuestión: ¿puede tener una determinada relación astrológica, la machadiana figura de ese arquero que, aún manteniendo los ojos cerrados, apunta su arco al firmamento?. ¿Tal vez, a la constelación de Sagitario, como se adjetivaban también, a esos poseedores de Conocimiento, que fueron, dejando aparte las bajas pasiones de su naturaleza animal, los centauros?. ¿Hay en todo ello un mensaje oculto?.
Interesantes cuestiones, no cabe duda, que acentúan la nostalgia cuando uno piensa: si la torre contiene tantas maravillas, ¿qué no hubiera contenido el resto de la iglesia?.  

 
(1) A este respecto, se recomienda leer la entrada de Laberinto Románico, que lleva por título Sejas de Sanabria: 'la misa vana de la cabra suldreira'.
(2) Que constituiría, en realidad, la cristianización de lugares relacionados con el agua y los antiguos cultos a las ninfas, siendo el monumento más significativo el supuesto ninfeo de Santa Eulalia de Bóveda, situado en la provincia de Lugo, sin olvidar el que también hubo, al parecer, en Santa Eulalia de Ambía, Orense, sobre el que se levantó una ermita prerrománica.

2 comentarios:

Anónimo dijo...


Emocionada por los vídeos, agradezco su publicación. Nací en Mombuey y la torre es mi amuleto sagrado. Muchas gracias.

juancar347 dijo...

Me alegra si su visionado le ha traído agradables recuerdos y me agrada la pasión que siente por esa pequeña reliquia, obra que tuvo que ser inconmensurable y que hubiera brillado en todo su esplendor de haberse conservado entera la iglesia. Un cordial saludo y gracias por su comentario.