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Mostrando entradas de diciembre, 2011

Mahamud, posibles huellas templarias

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'Vamos a huir de las llamadas realidades, que no son sino humo, polvo y ceniza, yendo a buscar el ensueño donde quiera que podamos encontrarlo...' (1). S i el nombre resulta ya de por sí llamativo y nos remonta a unos tiempos en los que la palabra Castilla comenzaba a dar verdaderos mandobles a la Historia de la formación de España, un atento vistazo a la monumental mole de su iglesia parroquial, nos ofrecerá interesantes perspectivas que, de algún modo, quizás subliminal y siempre por empática comparación, sugieran la escurridiza presencia en tiempos de una orden religioso-militar, la del Temple, eternamente condenada a dar que hablar, aún siglos después de su extinción oficial. Si bien es cierto que sugerir no es probar, eso tampoco significa que dejemos pasar la ocasión de hacernos preguntas, temerosos de no estar avalados por un oportuno documento de época que diga, en maravillosas letras góticas, ergo sum , confirmando nuestra valía como investigadores, y de paso, otorgán

Misterios de Valdeande: la supuesta tumba del templario

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'Cuenta la tradición que frente a la puerta de la encomienda, situada en un ángulo entre dos torres, se encontraba el olmo del hermano Andriel que señalaba, al modo celta, la calidad telúrica del lugar...'. (1) N o deja de ser una curiosa coincidencia, que éstas palabras de Louis Charpentier, consignadas en todo un referente de la literatura clásica dedicada a la vida y misterios de los templarios, contenga tantas similitudes con aquellas otras que se pueden encontrar en este peculiar pueblo burgalés. A falta de encomienda conocida, desde luego, buena es la iglesia de San Pedro cuya torre, de estilo mudéjar, domina la población desde el altozano sobre el que se ubica. Hay también un árbol milenario, que puede que sea un chopo o no, pero que, de la misma manera céltica que el olmo del hermano Andriel, puede señalar el telurismo afín al lugar, cobijando su sombra una enigmática tumba, la espada de cuya lápida, apenas se puede vislumbrar en la actualidad. H ay quienes,