San Juan de Amandi

A las afueras de Villaviciosa, la antigua Maliayo y por defecto, la eterna comarca de la sidra -esa pócima embriagadora, de posible origen celta y que algunos comparan con la excelencia del soma hindú- una vieja iglesia llama la atención por su singular arquitectura románica, así como por el curioso caparazón, en forma de abanico, que protege su pórtico principal, en cuya portada, situada a poniente -en la que, simbólicamente, el fiel entraba de la oscuridad del mundo a la luz del espíritu- en cuya portada se vuelven a apreciar esas singularidades afines a algunos templos asturianos de su época y características, que se conocen, por su forma y estilo, con la denominación de ‘aves normandas’. Es la vieja y misteriosa iglesia de San Juan de Amandi. Una iglesia interesante, no cabe duda alguna, de la que siempre ha existido la presunción oral de que en tiempos perteneciera a la Orden de los Caballeros Templarios, aunque, como suele ocurrir generalmente en estos casos, sobre todo, en...